El Espanyol se durmió en los laureles. En otro final increíble, con1-2 en el marcador, acabó empatando contra el Levante en los instantes finales. No perdió, pero tuvo una victoria clara en sus manos, que habría sido la tercera consecutiva. Ahora, con 42 puntos, está a cuatro del Málaga, que ocupa la séptima plaza que teóricamente habilita para ir a Europa el próximo curso. Marcaron Lucas Vázquez y Caicedo por el Espanyol, y Simao y Casadesús por el Levante. Un buen partido del Espanyol.
Sergio González, que repetía convocatoria por segunda ocasión consecutiva, salió de inicio con el once titular que presentó ante el Villarreal. Un Espanyol con rostros conocidos y añorados por la hinchada del levante. Por ejemplo, la pareja de delanteros: Sergio García y Caicedo. El primero jugó allí una temporada completa al salir del Barcelona, marcando siete goles. La mejor marca de Caicedo la logró con el Levante: 13 goles hace cuatro temporadas. Junto a Stuani, que hizo diez, formaron la mejor delantera de la historia del club valenciano. Año en el que el técnico del Espanyol Sergio González colgó las botas como jugador granota.
No pasó nada en el primer cuarto. Pero en los tres minutos siguientes, dos goles. Primero del Espanyol, en la primera llegada con criterio. Lucas Vázquez remató un balón rechazado por el meta Mariño, tras un primer tiro de Víctor Sánchez, en una acción en la que el Espanyol se metió hasta la cocina por la izquierda con centro al punto de penalti. El Levante, casi acto seguido, sacaba petróleo de un córner que no fue. El Zhar lo botó y Simao cabeceó ganando en el salto a Javi López. Casilla, ni inmutarse.
El empate en otros tiempos habría hundido moralmente al Espanyol. Ahora no, porque el equipo de Sergio González llevó la iniciativa y casi al final del primer tiempo obtenía premio a su trabajo. Producto de una jugada colectiva, en la que participó en primera instancia Sergio García, con pase a Víctor Álvarez. El extremo, en la frontal del área de Levante puso la pelota en bandeja a Caicedo, que sólo tuvo que empujarla con la zurda al fondo de la red. No celebró el gol, y sí juntó las manos pidiendo perdón a la grada. Mayor efectividad perica, imposible: dos llegadas con verdadero peligro, dos goles.
Dispuso el Levante de una estupenda opción para volver a empatar nada más salir de la caseta. Pero tras una galopada, el centro de Barral no llegó a rematarlo Morales. Acción que espoleó al Espanyol que se volcó sobre la meta rival con tres llegadas consecutivas con bastante peligro. En la última, el tiro de Duarte rebotó en la mano Simao, que pudo ser penalti.
Al poco, en otra contra, Sergio García habilitó a Víctor Sánchez, quien empalmó un disparo de derecha con el balón rozando el larguero. Instantes después marchaba entre aplausos Caicedo y entraba Stuani. Por el Levante Simao e Iván López también eran sustituidos. Mariño se tuvo que lucir para desviar un tiro envenenado de Víctor Álvarez.
Por dos veces tuvo el tercer gol Sergio García. Y Barral el empate, que ya en el último cuarto probó a Casilla desde la frontal del área. El meta tocó milagrosamente y la pelota se estrelló en el travesaño. Mariño hizo algo parecido ante Stuani: le rebañó la pelota cuando el gol se cantaba. Pero la guinda la puso Casadesús, al lograr el 2-2, ganándole por la mano a Moreno. Incluso Kiko tuvo que intervenir en una última a tiro de Kalu Uche. La pena es que el Espanyol no remató el partido y lo pagó caro.
____
Fuente: www.mundodeportivo.com