En la búsqueda casi eterna de un lateral derecho de garantías, hace ya tiempo que en ‘Can Barça’ se siguen de cerca las actuaciones de Arnau Martínez. Con su actuación de ayer en el derbi en Montilivi, el joven de diecinueve años dió la razón a los que le consideran un futbolista preparado para vestir de blaugrana, colores que ya vistió en su etapa formativa. El de Premià de Dalt, finalizó su etapa de aprendizaje en La Masía con catorce años.
Arnau confesó haber derramado lágrimas cuando le comunicaron que no seguiría en el Barça, pero sus padres le convencieron de que no todo en el fútbol acaba en el Barça y que tenía un largo camino por recorrer. Se marchó a l’Hospitalet, donde destacó durante dos temporadas en la etapa cadete. Ahí fue donde llegó la oportunidad del Girona, el equipo que le cambiaría la vida; en diciembre del año 2020, con tan solo diecisiete años, Francisco lo hizo debutar con el primer equipo en un partido de Copa del Rey. A partir de ahí, su ascenso ha sido meteórico, contribuyendo decisivamente al último ascenso de los gerundenses, al ser el autor del tercer gol contra el Tenerife, en la final del play-off a Primera.
Míchel confía ciegamente en un Arnau que suma ya 16 partidos en primera división, 15 de ellos de titular anotando dos goles y dando una asistencia. Además, ha demostrado su gran capacidad para saber competir contra los grandes. En esta primera vuelta completó una grandísima actuación en el Bernabéu anulando a Vinicius. Ayer contra el Barça, también cuajó un partido muy completo con un buen marcaje sobre Dembelé y siendo vertiginoso en los últimos veinte minutos de dominio local.
El problema del interés barcelonista está en que Arnau, siendo del Girona, es propiedad del Manchester City, con lo que Guardiola intentará retenerlo. Claro que en el caso de querer regresar al Barça, Arnau, que tiene contrato hasta junio del 2025, podría acogerse al pago de su cláusula de rescisión del contrato que está fijada en 20 millones de euros, precio que a día de hoy, es una ganga.