La espiral de informaciones y noticias sobre el ‘caso Negreira’ no se detiene y tampoco tengo la sensación de que haya que terminar en los próximos días. Esto va por largo y ya se está haciendo pesado. De repente todo el mundo tiene acceso al sumario, y todo el mundo tiene exclusivas relacionadas con la investigación.
Pero algo está cambiando porque, pese a pagar al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros sigue siendo muy grave, al menos se está demostrando que justificaba su trabajo aunque fuera a precios desorbitados.
El club de la mafia ya no es tan mafia y empieza a ser más el club que ha hecho el ridículo contratante en Negreira por unos servicios y prácticas que no tenían demasiado sentido. Sin embargo, todavía tenemos la necesidad imperiosa de escuchar cuanto antes a Joan Laporta que ya ha pasado al ataque. Ensuciar la imagen del Barça no puede ser gratuito y todos aquellos que lo han hecho tendrán que pagarlo.