El R. Madrid cumplía el trámite ante el Liverpool y ya está en los cuartos de final de la Champions. Trámite superado y ahora, a por el siguiente… el Clásico. El domingo se disputa el cuarto Clásico del curso, un partido que si el Barça no pierde le servirá para proclamarse virtualmente campeón de Liga. Si los de Xavi son capaces de defender los 9 puntos de ventaja o incluso aumentar las diferencias con el R. Madrid, la Liga está vista para sentencia pese a las 12 jornadas que aún quedarán.
El partido es una auténtica final para ambos, da igual lo que hayan hecho hasta ahora, qué bajas tengan o cómo lleguen. Es el típico tópico pero volvió a confirmarse en el último Clásico de Copa que el Barça, bajo mínimos, logró ganar en el Bernabéu.
En medio de un clima cada vez más turbio por el ‘caso Negreira’, con la relación entre Laporta y Florentino más tensa que nunca y con más de media Liga en juego, el Barça debe ser valiente y salir a por todas. Especular no es una opción, no en este tipo de partidos y contra ese rival. El hambre de títulos del equipo de Xavi debe volver a aparecer para dar el golpe definitivo a la competición doméstica y dejar constancia de que este curso tiene de comer la moral al R. Madrid.