Sabía que los culés no fallaría. Sabía que el equipo tampoco lo haría. Aunque, quizá por el horario y también el tiempo, costó y hasta bien entrada la primera parte no se vio un Camp Nou a rebosar, la puesta en escena fue brutal.
Fue una fiesta histórica con un rival muy digno por delante. El Barça fue infinitamente superior pero R. Madrid también presentó batalla y con el 1-2 nos hizo saltar todas las alarmas. Por suerte, quedó en anécdota y las azulgranas volvieron a demostrar por qué son las mejores del mundo. El resultado, sin embargo, es el de menos.
El dato es hoy el récord de asistencia con 91.553 heoris presenciando el duelo. De locos. Esto es entrar en la historia por la puerta grande. Dejando a un lado los colores, nombres y rivales, hoy el fútbol femenino entra en una nueva dimensión. Éste es un mensaje en todo el mundo, en el deporte, en la sociedad y en los que decían que el fútbol femenino no llegaría a ninguna parte.
Fue un recital en todos los sentidos y ojalá ahora el femenino tenga la continuidad que se merece. Ojalá ver a Alexia, Aitana, Mapi, Patri, Jennifer y compañía en el Camp Nou sea la norma y no la excepción. Por el momento ya se ha puesto la primera piedra y hoy, más que nunca, podemos volver a decir orgullosos de que somos más que un club.