Marcha otra leyenda. Se marcha lo que para mí ha sido el mejor lateral izquierdo de la historia del Barça. Jordi Alba ha sido un jugador de época al que, pese a que se le han reprochado muchos errores en los últimos años, siempre tendremos que estarle agradecidos.
Jordi Alba ha sido el dueño y señor de la banda izquierda azulgrana durante más de 10 años, se dice pronto y no hay que restarle ningún mérito. El de Hospitalet se despide del club de su vida con un palmarés envidiable y un recuerdo borrable a pesar de que también en los últimos años su rendimiento había decaído y había generado más críticas que elogios entre los culés.
Su andadura es tan previsible como inesperada. Su adiós aleja un poco más a Messi, pero nos acerca un poco más al proyecto del futuro ya la limpieza de las vacas sagradas que durante tantos años también habíamos pedido. Su salida es de las que duele pero también es de esas que aliviarán la economía del club. Muchas gracias Jordi, mucha suerte y vuelve pronto.
