La actual situación económica que vivimos todos, los problemas financieros del Barça, las derrotas europeas de los últimos años y el caso Negreira han jugado en contra de los intereses del club, que no ha seducido como esperaba a los inversores estadounidenses.
La pasada temporada, la junta directiva garantizó que el acuerdo de financiación se anunciaría a finales del 2022. Después comentó que sería en enero, posteriormente se aplazó hasta finales de marzo y, finalmente, se habló de una prórroga hasta el 30 de abril. Al final, al fin ha llegado y en una semana el presidente debería dar más explicaciones del gran proyecto que marcará el futuro de la entidad.
Esta operación confirma, de nuevo, la credibilidad del Barça dentro de los mercados financieros. Se trata de un proyecto imprescindible para mantener al club al más alto nivel del deporte mundial. El Espai Barça será uno de los pilares de la recuperación de la entidad y que también tendrá que permitir que el Barça siga en manos de sus socios.