Una nueva exhibición azulgrana que lleva el sello de Xavi. Todos aquellos que quisieron enterrarlo antes de que se pongan en la cola para pedirle disculpas. Es admirable lo que ha logrado en tan poco tiempo.
Es cierto que los fichajes en la línea ofensiva han ayudado a dar este salto cualitativo, la pólvora todo lo mejora pero la actitud y la intensidad del equipo son fruto del trabajo y las ideas del técnico de Terrassa. Llegó tarde pero ya está aquí para hacer que Pedri brille recordándonos la mejor versión de Andrés Iniesta, que Piqué y Busquets vuelvan a parecerse a los que dominaron el mundo del fútbol y arriba, el equipo no tenga piedad. Incluso Dembélé aporta su granito de arena.
El francés fue el revulsivo perfecto, no hizo caso a los silbidos y exhibió su mejor versión. Ya tocaba… quizá deberíamos haberla pitado desde el primer día pero lo cierto es que Xavi no se mojó con su futuro y probablemente ya lo tenga hecho con otro equipo. Así que con Dembélé yo optaría por la indiferencia, que siga rindiendo a buen nivel y aporte todo lo posible pero el 30 de junio hará las maletas y ya pasará a ser historia. No hay más, por mucho que ahora firme buenos números Dembélé es y será el peor fichaje de la historia del Barça.