Atlético y Madrid vuelven a verse las caras por séptima vez esta temporada, pero en competición europea. La Champions vuelve a cruzarles en los cuartos de final en lo que será la revancha de todas las revanchas: Lisboa para los rojiblancos, y nacional para los blancos, que fueron aplastados en Liga, Copa y Supercopa de España por sus vecinos. El derbi promete más que nunca, con un Atlético que le tiene tomada la medida a estos enfrentamientos ante un Madrid que aparece seguro de redimir los pecados cometidos en los seis anteriores encuentros.
Simeone volverá a exprimir tácticamente a los suyos, que se dejaran el alma en cada jugada, en cada presión y en cada ayuda como sello de identidad de su entrenador. En el Madrid eso de la solidaridad es otra cosa. Ancelotti hablaba de jugar compactos, pero para ello tiene que convencer a la BBC de defender y a sus defensas de no acularse. Si lo consigue, se verá una bella batalla en 30 o 40 metros.
Igualdad
La pesadilla de Ancelotti es que sus estrellas ganduleen como es costumbre y que sus centrales tiren la línea muy atrás para cubrirse las espaldas. Si ocurre, los de Simeone volverán a crear superioridad en la medular para poner contra las cuerdas a un rival que seguirá sin aprenderse la lección.
Es cierto que los seis enfrentamientos anteriores no tienen nada que ver con los dos que preparan ambos equipos, pero nadie negará que han dado un plus de autoestima a los rojiblancos y recortan la confianza de los blancos si las cosas no las hacen como deben. También es cierto, y ambos entrenadores lo recalcan, que será un partido de 180 minutos, por lo que la concentración y la paciencia serán las claves al margen de la calidad, intensidad, ritmo, coraje, estrategias, balón parado y todas esas características que pueden definir los dos partidos.
Se espera una eliminatoria que ganará uno con poco margen sobre el otro, salvo que uno haga saltar la banca por un mal día del otro. El Atlético ha demostrado ser mejor equipo que el Madrid, pero esa historia no vale con los marcadores a cero si los blancos se ponen el mono de trabajo. Y para ello todos señalan a la BBC, incluso los atléticos están encantados con que jueguen, porque no es propio en ellos cambiar la pajarita de su fútbol por bajar al barro.
Lo más bonito de todo es que ambos entrenadores tienen a sus plantillas al copo para elegir sus onces de gala. Ninguno puede quejarse, quizá después Simeone se arrepienta de no haber sacado a uno u otro, como Siqueira, Giménez o Torres y Ancelotti extrañe a alguno de los venían jugando y como Isco, Varane o Arbeloa. Pero ya se sabe que a toro pasado todos acertamos.
El argentino volverá a tirar de galones para confeccionar su once, donde aparece Mandzukic tras dos partidos sin jugar y Oblak, que aprovechó la lesión de Moyá para hacerse con la portería. Además, Gámez le ha ganado la mano a Siqueira y Ansaldi. Ancelotti, por su parte, no ha tardado ni un minuto en confeccionar su once con los 23 jugadores a disposición. El italiano sacará a su equipo titular soñado que solo ha podido utilizar una vez esta temporada y fue para hacerle una manita al Athletic en el Bernabéu.
____
Fuente: www.sport.es
