El delantero madridista abrió la lata para el conjunto blanco en su visita a Vallecas cabeceando a la red un centro de Carvajal. Pero ni siquiera así pareció feliz el luso pues, en lugar de alegrarse, su celebración fue agria y despectiva. Nada nuevo, por otra parte.
Cristiano Ronaldo corrió hacia la banda haciendo su ya característico gesto de «robar» con la mano -y gritando a la vez su acusación-; al parecer, como protesta porque minutos antes no le habían señalado un posible penalti que, además, le valió una amarilla.
El delantero del Real Madrid ya había realizado ese feo y despectivo gesto en otras ocasiones, como por ejemplo en campo del Villarreal en marzo de 2012. O en el aeropuerto barcelonés de El Prat en la vuelta de semifinales de Champions de 2011, tras quedar eliminado ante el Barça.
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Fuente: www.sport.es
