El Barça no estará hoy en el bombo de los octavos de la Europa League tras una nueva derrota europea del Barça ayer por la noche en Old Trafford tras perder 2-1 contra el Manchester United en los dieciseisavos de Europa League. Así, el equipo de Xavi Hernández vuelve a caer en Champions y Europa League como ya pasó el año pasado.
Si bien es cierto que al equipo, otra vez, no le ha dado para ganar a un grande de Europa, esta eliminatoria ha dejado unas sensaciones diferentes que las anteriores. El partido empezó con un Barça muy bien situado, con circulación rápida de balón y una presión altísima. En el minuto 18, Bruno Fernandes, cometía un penalti por agarrón sobre Balde y Lewandoswki, no sin intriga hasta el final, consiguió batir a De Gea, que llegó a tocar el balón. El conjunto azulgrana siguió jugando igual y llegó al descanso incluso con un marcador corto.
En la segunda mitad, gol psicológico del Manchester en el primer minuto tras una pérdida de Kessié cerca del área, que aprovechaba Fred y ahí Old Trafford empezó a apretar. El Barça tuvo unos minutos de dudas pero poco a poco volvió a meterse en el partido. Koundé tuvo el 1-2 tras un remate espectacular de Koundé que tuvo su réplica en un paradón de De Gea. Y del posible segundo gol del Barça a la remontada del Manchester United con un buen remate de Antony tras 3 rebotes dentro del área del Barça. A partir de ahí, el equipo de Xavi empezó a desdibujarse y sufrió más con los contraataques de los ‘red devils’. Finalmente, no pudo ser y los azulgranas cayeron eliminados en Old Trafford.
Xavi en rueda de prensa se mostraba decepcionado por la eliminación, aunque veía esperanza para próximas temporadas. “Nos vamos tristes porque teníamos mucha ilusión en esta competición, pero hay un cambio exponencial respecto al año pasado” Y es que esta es la sensación que deja la eliminatoria en su conjunto, el Barça podría haber merecido más en el cómputo global, finalmente han caído eliminados, pero se ha competido mucho mejor que tardes fatídicas como la del Eintracht o Múnich.
Ahora el Barça debe centrarse en las dos competiciones domésticas, defender el liderato y afrontar los tres clásicos que vienen y que pueden ser un punto de inflexión para cualquiera de los dos equipos. Si acabas la temporada con los tres títulos nacionales, la eliminación de Europa no sabrá tan amarga y más porque la afición ya lo tenía asimilado desde que el Barça cayó en fase de grupos de la Champions.