El Barça visitaba uno de sus campos malditos, el Allianz Arena. Enfrente, su ‘bestia negra’, el Bayern de Múnich. Los de Xavi lo intentaron, tuvieron buenos minutos de dominio y ocasiones, pero los alemanes fueron quienes dieron los golpes definitivos para conseguir la victoria por 2-0.
El partido fue vibrante desde el inicio. Los culés vieron en el arranque como el Bayern iba a proponer un ritmo muy alto de aguantar, la solución pasaba por ser dueños del balón. Con Pedri y Gavi a los mandos, los blaugran crecieron en el partido. Tanto que gozaron de las mejores ocasiones. Primero Pedri ante Neuer, que sacó un gran pie, y más tarde Lewandowski, que falló lo que otros días entraría.
Los de Xavi estaban cómodos en el terreno de juego, aunque las pérdidas en campo contrario, los alemanes las penalizaban y generaban ocasiones cuando tenían metros para correr. Sin embargo, al descanso se llegó con igualdad y sin goles.
Tras el paso por vestuarios, Rapinha tuvo una buena ocasión desde la frontal, pero se marchó fuera. A partir de ahí el Bayern iría a por el partido. A los 50 minutos, Lucas aprovechó un buen centro desde la esquina de Kimmich e inauguró el marcador. Y solo cuatro minutos después entre Musiala y Leroy Sané hicieron el segundo, tras una buena definición del extremo alemán.
El Bayern aprovechaba los robos para generar peligro, y en esos minutos de incertidumbre pudieron ocasionar más daños a los blaugranas. No estaba todo dicho, pero la falta de puntería culé fue un lastre. Pedri de nuevo, se juntó con Lewandowski y trenzaron una gran combinación en la frontal, pero el canario definió al palo.
Los de Xavi los siguieron intentado pero nunca llegó el acierto final. Derrota, que pese al resultado, muestra que el Barça sigue en construcción y con un margen de mejora muy alto.
