Gabri Veiga es el nombre de moda del fútbol español. El joven centrocampista del Celta, de 20 años, es el foco de atención de muchos grandes clubes europeos para este mercado de verano. El último que también estaría interesado en la joven promesa gallega sería el Barcelona.
Y es que la secretaría técnica del club azulgrana trabaja a destajo para confeccionar la plantilla de la temporada que viene, con el reto de mejorar la competitividad, siempre cumpliendo los límites salariales que impone la Liga y el “Fair play” financiero. El equipo de Mateu Alemany y Jordi Cruyff, ante las posibles dificultades económicas, estudian alternativas a los grandes nombres que, hasta ahora, se han puesto encima de la mesa, como el de Leo Messi. No quieren que un posible no retorno del crack argentino les pille a pie cambiado y han empezado a trabajar en posibles alternativas al actual jugador del PSG, que este fin de semana se le vio por Arabia Saudita.
Los culés, pero, no son los únicos que han pensado en el jugador de O’Porriño, localidad natal del jugador del Celta. El Real Madrid, ya ha mostrado un fuerte interés, y se ha acercado mucho al entorno del jugador y al de su agente, Pini Zahavi, también agente de Lewandoski. Otros clubes, como el Liverpool, el City o el United en Inglaterra o el Bayern en Alemania, también han preguntado por el jugador, que este verano, deberá decidir con qué camiseta seguirá su prometedora carrera en los terrenos de juegos.
Gabri Veiga actualmente tiene una cláusula de rescisión de 40 millones de euros, un precio asequible y muy tentador para uno de los jugadores con más potencial de toda Europa. A pesar de las dificultades, Laporta y su directiva, creen poder convencer al jugador con el proyecto que Xavi, sigue construyendo, ya que lo consideran un futbolista muy del estilo de juego azulgrana.
Por su parte, el Celta ya ha dejado entrever que si cualquier club desea a Veiga, deberá abonar su cláusula para llevárselo, por lo que el agente y el jugador serán los que deberán elegir entre los múltiples equipos que se han interesado. Es aquí donde Laporta jugaría la carta de la buena relación con Pini Zahavi, que se fraguó el verano pasado, con el fichaje del delantero polaco, para intentar atraer al jugador al Camp Nou. Todos los grandes lo quieren, ahora la pelota está en el tejado de Gabri.