El Espanyol tiene 34 puntos, le quedan 8 para alcanzar los 42 en que cifran la permanencia y tienen diez partidos para conseguir el objetivo que se marcaron al inicio de la temporada.
Abril será un mes duro y decisivo para los blanquiazules. Decidirán su futuro en los siete partidos que tendrán que disputar en veintiocho días, el último el 3 de mayo. Cuatro de ellos los jugará en Cornellà-El Prat (Elche, Athletic, Barcelona y Rayo Vallecano) y tres, lejos del estadio (Villarreal, Levante y Granada). Siete adversarios que no serán fáciles ya que todos se juegan algo: permanencia, Europa o título de Liga.
El factor casa será importante para decantar la balanza y la afición será, más que nunca, el jugador número 12. Pero los pericos son conscientes de que también deber sumar fuera para evitar sustos.
‘Tour de force’
El parón liguero está siendo más largo para el Espanyol que cualquier otro equipo de Primera. El domingo 22 de marzo jugó su último encuentro en Riazor y hasta el lunes 6 de abril, contra el Elche, no volverá a tener competición. Un total de quince días repartidos entre descanso y trabajo antes de recibir el Elche.
Curiosamente, el conjunto ilicitano será el primer rival de los tres a los que se enfrentará en una semana. El jueves jugará contra el Villarreal, en El Madrigal (9 de abril); y el domingo recibirá al Athletic (12 de abril). Una semana, la próxima, muy complicada para los blanquiazules. Se jugarán nueve puntos en siete días. Justo los nueve con los que resolvería la permanencia y se podría dedicar a un nuevo reto.
Después de ese ‘tour de force’ , el Espanyol dispondrá de cinco días para preparar el choque frente al Levante, en el Ciutat de València (17 de abril). Siete días después recibirá al Barcelona (25 de abril). Tras el derbi jugará en Granada, el jueves 30 de abril, y el 3 de mayo llegará el Rayo a Cornellà-El Prat. Dos partidos en cuatro días.
La preparación física y mental serán determinantes.
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Fuente: www.mundodeportivo.com
