Nadie mueve ficha. Mauricio Pochettino y Ramón Planes seguirán al frente del primer equipo y de la dirección deportiva, al menos hasta el partido del sábado contra el Valencia. La tan esperada reunión entre ambos y Joan Collet se hizo ayer antes del entrenamiento matinal y apenas duró quince minutos. Las dos partes expusieron su punto de vista sobre la actual situación y acordaron cerrar filas ante el importantísimo encuentro de Mestalla.
El consejero delegado, y a la vez candidato a la presidencia, intentó tranquilizar al director deportivo y al técnico. Ambos están preocupados por la situación del equipo, por la negatividad del entorno y el cruce de declaraciones de dos de las tres candidaturas (obviamente la que encabezan Collet y Oliveró). Creen que el tenso ambiente institucional es un factor más que no favorece a la plantilla en estos momentos tan delicados. A ello hay que añadirle los gritos de la afición en contra de Pochettino y de los jugadores. Entienden que nada ayuda a que el Espanyol salga del fondo de la clasificación y que anímicamente están cansados de tener que remar en contra.
Respetarán el contrato
Joan Collet les comunicó que la Junta Gestora, que preside Ramón Condal y de la que también forma parte Sergio Oliveró (vicepresidente y a la vez candidato, que también habló personalmente con Pochettino para mostrarle su confianza), tiene total confianza en ellos. También les hizo saber que respetarán sus contratos (finalizan el 30 de junio de 2014) y que no piensan en un relevo de cargos.
Examen en Valencia
El breve encuentro calmó las aguas revueltas tras la debacle del pasado sábado ante el colista Osasuna. Sin embargo, a nadie se le escapa que los resultados acabarán determinando cuánto tiempo se quedarán Pochettino y Planes al frente de la primera plantilla. El partido frente al Valencia y las elecciones a la presidencia blanquiazul, que se celebrarán dos días después del compromiso de Mestalla, marcarán el futuro inmediato de los técnicos pericos.
La realidad es que la Junta Gestora no quiere tomar una decisión drástica respecto al banquillo por temor a que esa decisión pueda influir en las elecciones. Después del 19 de noviembre, el nuevo presidente, junto a los resultados, decidirá lo que crea que es más beneficioso para el club.
Fuente: www.mundodeportivo.com
