Pablo Martín Páez Gavira o Gavi, nacido el 5 de agosto del 2004 en Sevilla, ha tenido una irrupción realmente increíble en el mundo del fútbol. Con sólo 18 años estando aún en edad de fútbol formativo, el futbolista andaluz, que llegó al Barça procedente del Betis en 2015, ya ha ganado el Trofeo Kopa y el Golden Boy consagrándose como una de las mayores promesas del fútbol mundial, además, ha disputado ya 50 partidos en LaLiga, ha jugado un Mundial y está en el top 10 de jugadores más valiosos del mundo, con un valor de mercado de 90 millones de euros.
Gavi, que destaca como no puede ser de otra manera si juegas en el Barça y te entrena Xavi Hernández por su gran dominio y criterio con balón, pero tiene una característica que le hace ser amado por los suyos y odiado por los rivales, y es que, el de Los Palacios es un jugador muy intenso, no da un balón por perdido, tiene un despliegue físico brutal y le da igual quién y cómo seas que va a ir como un animal a cualquier disputa. Es realmente surrealista que tenga 18 años, además no es un jugador corpulento; mide 1,73 metros y pesa unos 70 kilos.
El domingo pasado en la final de la Supercopa de España, se reafirmó en la élite consiguiendo su primer título ante el Real Madrid anotando un gol y dando dos asistencias, y en este partido, se vió en momentos como su omnipresencia desquicia a los madridistas. Ceballos le tiró del pelo y lejos de achicarse, le empujó y le llamó llorón, en la siguiente acción, se llevó una buena tarascada de Nacho.
La frustración madridista hacia él, es por la candidatura que posiblemente sin saberlo, está presentando Gavi para ser el azote del madridismo en los próximos años al estilo de los Gerard Piqué, Dani Alves o Luis Enrique.
Veremos como va evolucionando la relación de Gavi con el madridismo, pero a sus 18 años está demostrando que no se va a achicar. La carrera de Gavi promete fuertes emociones, dulces para culés y amargas para merengues.
