El partido se le torció a González González en el minuto uno cuando no amonestó a Rami por un acción sobre Jordi Alba que merecía sanción, a partir de ahí permitió que el juego del Valencia estuviera en algunos tramos de partido especialmente duro y que perdonara la segunda amarilla a Soldado en más de una ocasión, en especial un derribo que le hace a Gerard Piqué.
El delantero valencianista ya se salvó de la expulsión cuando clavó los tacos a Sergio Busquets en el comienzo de la segunda mitad y solo recibió amarilla.
El colegiado acertó en señalar el penalti que cometió Ricardo Costa sobre Pedro y que supuso el gol del empate culé pero estuvo incierto a la hora de señalar varias acciones que hicieron que Mestalla explotara en su contra en varias ocasiones, en un partido que no supo controlar.
Fuente: www.sport.es