El FC Barcelona rastrea en el mercado un jugador de ataque para el mes de enero. Dembélé estará a tope en febrero, pero los técnicos creen que sería necesario fichar a un futbolista de desborde y calidad arriba. Coutinho es la primera opción, pero el club azulgrana ve tremendamente complicada su incorporación. Y la secretaría técnica ha buscado alternativas en el mercado. La que más seduce es Nabil Fekir, la gran revelación del fútbol francés. Ha marcado once goles en once partidos y su magia ya ha dado la vuelta al mundo.
En la oficina azulgrana repiten una y otra vez que el mercado de enero es muy complejo. Mucho más que en verano, ya que nadie quiere deshacerse de jugadores importantes a mitad de temporada. El Barça tratará de realizar una última negociación por Coutinho, pero el Liverpool ni siquiera ha contestado a la última propuesta blaugrana. En esta situación, tanto Robert Fernández y Urbano Ortega se han desplazado por media Europa buscando soluciones atractivas. En la Bundesliga hay futbolistas de mucha calidad como Julian Brandt (Bayer Leverkusen), pero ya tienen claro que el verdadero talento está en Francia. Y aunque es una apuesta arriesgada, les encanta Fekir, un futbolista que encajaría en el juego barcelonista sin ningún problema.
Es un futbolista con una gran arrancada y potencia, con una gran técnica, buena definición y muy participativo en el juego del equipo. Sin duda, es un futbolista que destaca. El Barça conoce el talento del futbolista y su entorno. Ya se ha sondeado un precio de salida y la disponibilidad total del futbolista de vestir la camiseta blaugrana.
En el Barça existe el presentimiento que las negociaciones por Fekir serán complejas. El presidente del Olympique de Lyon, Jean Michel Aulas, es un duro negociador y ya ha avanzado que no piensa dar salida a su futbolista en enero. Pero el Barça, que cerró hace poco el fichaje de Umtiti, sabe que el Lyon es un club vendedor y acabará sucumbiendo si el precio es apetecible.
Los técnicos consideran que el fichaje de Fekir tiene riesgos. Como tuvo en su momento el de Umtiti. Se trata de una apuesta, aunque en este caso el valor más elevado superando los 50 millones de euros.