El Barça presentaba las conclusiones del forensic.
Joan Laporta, Oriol Romeu y el abogado Jaume Campaner explicaban diferentes actuaciones que se habían detectado de la junta de Bartomeu:
Lo primero son los importes abusivos. Sin dar nombres el Barça pide que se investigue la contratación de un jugador, supuestamente Griezmann, y de un pago ilegítimo por medio de un contrato de 15 millones en el Atlético por un hipotético tanteo de jóvenes futbolistas.
El segundo son las comisiones desorbitadas, por ejemplo en el fichaje de Malcom por quien se pagaron 41 millones de euros y se pagaron unas comisiones desorbitadas a terceros.
El tercer punto es la falsedad contable vía intercambios de jugadores que no reflejan la situación económica del club, concretamente de la permuta de Cillessen por Neto y el de Arthur por Pjanic.
Cuatro. El abono «para comprar el silencio» del Club Deportivo Laietà con una compensación de un millón y medio de euros por las molestias causadas por la construcción del Espai Barça que todavía no se había hecho.
Y finalmente el punto número cinco, son los contratos con un observador extranjero en períodos en los que no consta ningún servicio y que ganaba alrededor de 700.000 euros por temporada. Se trata del “famoso” André Cury.
