Cristiano Ronaldo ha marcado esta temporada 38 goles en 35 partidos oficiales, pero todavía no se ha estrenado con un gol de falta, algo inédito desde que viste la camiseta merengue. Desde que anotase en Múnich, en el partido de vuelta de semifinales de la Champions ante el Bayern (29 de abril de 2014), el ‘Balón de Oro’ ha lanzado 40 tiros libres y no ha metido ninguno. Está claro que sus promedios de efectividad empeoran cada vez más.
En su primera campaña en el Real Madrid (2009-10), el crack portugués transformó seis golpes francos; en la 2010-11, cinco; en la 2011-12, cuatro; en la 2012-13, tres y en la 2013-14, cinco. Un total de 23 goles de falta (13 en Liga, 7 en Champions y 1 Copa). Su pobre efectividad en los tiros libres -nunca ha marcado de falta en los Clásicos- contrasta con sus extraordinarios registros goleadores.
Bale, mejor promedio que Cristiano
Gareth Bale, el otro gran lanzador merengue de tiros libres, anota en el Madrid un tanto falta con menos de la mitad de intentos de Cristiano. El galés se encuentra a la altura de los mejores lanzadores mundiales, como es el caso de Andrea Pirlo, la gran estrella de la Juve. Sumando la última campaña y la presente, Bale ha transformado cuatro faltas (3 en Liga y 1 en Champions), sólo una menos que Cristiano Ronaldo (3 en Liga, 1 en Champions y 1 en Copa).
Cristiano llegó al Real Madrid en el verano de 2009 con la vitola de ser uno de los mejores lanzadores del mundo de golpes francos, pero ha demostrado estar muy lejos de históricos especialistas como Didí, David Beckham, Roberto Carlos, Michel Platini, Juninho Pernambucano, Diego Armando Maradona, Roberto Baggio, Sinisa Mihajlovic, Ronaldinho o Ronald Koeman, que dio la primera Copa de Europa al Barça con un memorable gol de falta. También Leo Messi tiene mejor promedio que CR7. El astro argentino del Barça ya ha logrado dos goles de falta esta campaña: contra el Sevilla en el Camp Nou y el Athletic, en San Mamés.
El ‘Tomahawk’ de CR7, oxidado
A pesar de que los números de CR7 en el tiro libre distan mucho de los de un experto en esta suerte, la prensa deportiva merengue no dudó en su día en bautizar sus libres directos con una palabra: ‘Tomahawk’. Un tipo de arma de los nativos norteamericanos, que en la era moderna prestaría su nombre también a un misil de crucero desarrollado en la década de los 70.
Incluso después de un gol de falta en un Real Madrid-Villarreal, disputado el 21 de febrero de 2010, algún programa televisivo de deportes comparó la manera de lanzar las faltas de Cristiano con la forma de actuar de los pateadores de rugby. Lo triste para el luso es que su ritual de ejecución (varios pasos atrás, piernas abiertas, brazos caídos, respiración profunda y chut con el empeine) suele terminar con el balón estrellado contra la barrera o la grada, donde algún espectador ya ha sido víctima de la falta de puntería del luso.
Uno de sus ‘misiles’ le rompió el brazo a un niño
Que se lo pregunten al niño de 11 años al que Cristiano le rompió el brazo, obviamente de forma totalmente accidental, después de un defectuoso ‘misil’ de falta. Ocurrió durante un partido de pretemporada ante el Bournemouth en el verano de 2013, cuando un potente tiro libre de CR7 que se marchó a la grada le provocó fracturas en la muñeca y en el cúbito.
Tras enterarse de la noticia, Cristiano tuvo un detallazo al hacerle llegar al joven una camiseta firmada por todos los jugadores y además le invitó a acudir al Santiago Bernabéu para ver un partido del equipo blanco. «Es una de las formas más espectaculares de romperse el brazo. Prefiero que sea de esta forma que cayéndome de un árbol. Si no hubiera puesto el brazo habría acabado sin dientes», dijo feliz Charlie Silverwood, el chavalín que recibió de lleno el involuntario pelotazo de CR7.
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Fuente: www.mundodeportivo.com
