La dinámica de malos resultados en la que ha entrado el Real Madrid empieza a provocar brechas en el seno del vestuario blanco. La racha de victorias encadenada en los últimos meses de 2014, escondió el malestar en parte de la plantilla por la nula política de rotaciones de Carlo Ancelotti. Los suplentes se mantenían en silencio, pero el cambio de rumbo del equipo amenaza con cambiar esta situación.
Aún nadie se ha expresado públicamente, pero los futbolistas que no entran en los planes de Ancelotti no quieren convertirse en el chivo expiatorio del mal momento del equipo. Los implicados alegan que no tienen el ritmo de competición suficiente como para asumir ahora el peso del equipo y son conscientes de que en cada una de sus escasas apariciones están expuestos a quedar en evidencia.
Futbolistas como Arbeloa o Khedira, titulares hasta esta temporada, se han visto relegados a un papel testimonial. El lateral solo ha disputado 669 minutos en la Liga, mientras que el alemán tiene que conformarse con 299. Nacho ha disputado 536, Illarramendi, 728, Chicharito, 208, Coentrao 279 y Jesé 201. Siete futbolistas que podrían optar a la titularidad apenas han gozado de continuidad y ello se ha resentido en su rendimiento. Cada vez que Ancelotti se ve obligado a tirar de ellos son señalados por la grada, una circunstancia que ha instalado el malestar dentro del vestuario.
La cosa puede explotar si la dinámica de resultados no cambia y, muy especialmente, si se produce un nuevo descalabro en el Camp Nou. Ninguno de ellos está dispuesto a asumir una responsabilidad que consideran que no les corresponde. Es más, la mayoría están ya más centrados en solucionar su futuro que en resolver los males actuales del Real Madrid.
EL CAMP NOU PUEDE DICTAR SENTENCIA
La inesperada derrota ante el Schalke y muy especialmente la preocupante imagen que dejó el equipo sobre el césped del Santiago Bernabéu han dejado sin margen de error a Carlo Ancelotti. Lo que era hace apenas dos meses un alud de elogios hacia el entrenador italiano se ha convertido en una tormenta de críticas. La reacción de la grada al acabar el encuentro ante el Schalke han acabado con el crédito de un Ancelotti que de estar a punto de ampliar su contrato, tras la conquista del Mundial de Clubs, ha pasado a tener un pie y medio fuera del club.
El conjunto blanco ha entrado en un bajón de juego alarmante ante el que Ancelotti se ha mostrado incapaz de encontrar soluciones. El entrenador del Real Madrid solo atina a reconocer públicamente que el equipo no funciona y deja entrever que no sabe encontrar la raíz del problema. Florentino Pérez empezó a cuestionarse su futuro tras la eliminación copera a manos del Atlético y decidió que su etapa en el Real Madrid concluiría a final de esta temporada, a pesar de que Ancelotti tiene firmado un año más de contrato con opción a un cuarto. El presidente blanco no ha encajado que el Real Madrid haya saldado sus últimos seis duelos ante el rival ciudadano sin una sola victoria. La pérdida del liderato a manos del Barça y la triste imagen ofrecida frente al Schalke pueden precipitar los acontecimientos.
El clamor de la afición tampoco ha ayudado a un Ancelotti que ya sabe que se la juega el próximo día 22 en la visita al Camp Nou. Los seguidores blancos cargaron con dureza contra el técnico italiano y muchos pidieron el retorno de José Mourinho, cuya sombra sigue siendo muy alargada. Hace unos días ya adelantamos que Zinedine Zidane estaba preparado para tomar las riendas del primer equipo de manera inmediata. Una derrota en el Camp Nou frente al Barça aceleraría su ascenso… eso si el Levante no da la gran campanada este fin de semana. En este caso, Ancelotti podría no estar ya en el duelo decisivo por la Liga.
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Fuente: www.sport.es