Dembélé volvió a erigirse en la gran figura del partido, un Dembélé tan irregular como decisivo que depende del día puede convertirse en el mejor del mundo o en un jugador vulgar que desespera a cualquiera ofreciendo nivel no apto para el Barça.
Ayer estuvo excelente pero ¿será capaz de repetirlo el miércoles ante el Bayern? ¿O en cualquier otro partido grande? Ésta es su asignatura pendiente y oportunidades ya ha tenido muchísimas para demostrarlo.
No es que yo hoy quiera rasgar la fiesta a nadie ni quitarle méritos a la actuación del mosquito pero cuando las cosas funcionan todo es más fácil. Me alegro mucho por el partido de Dembélé y sobre todo por el partido del Barça justo antes de una semana que puede volver a ser una auténtica pesadilla con la visita del Bayern en el Camp Nou.
Saboreamos este triunfo y seguimos mirando adelante para construir un proyecto que por mucho que les pese a algunos, Dembélé nunca será su estrella.