Después de una gala soporífera en la que confundí en varias ocasiones a Benzema con Ramón María del Valle-Inclán, me di cuenta de que el Barça volvió a ser el equipo más galardonado. Lewandowski, Gavi y Alexia pusieron el color a una noche demasiado blanca por mi gusto. El orgullo del culé corrió a su cargo y Laporta tampoco lo desaprovechó para sacar pecho después de una semana nefasta.
Eso si no había ningún tipo de duda, Karim Benzema fue el gran triunfador de la noche. Benzema debía ganar el Balón de Oro después de una temporada brillante con el Real Madrid. Lo ha hecho por méritos propios y sólo Courtois podía hacerle sombra. El francés y el belga guiaron a los blancos hacia el título de Liga y la Decimocuarta pero… un galardón que en año de Mundial no tiene en cuenta el Mundial, pierde mucha credibilidad. Un poco raro…
También me chirría que Leo Messi, el mejor jugador de la historia y que más veces ha ganado el Balón de Oro no esté ni entre los 30 mejores futbolistas del momento… Increíble pero cierto. Resulta que Fabinho, Casemiro, Maignan, Rüdiger, Nkunku y Rafa Leao, por decir algunos, son mejores que el argentino. Qué vergüenza… Ah, y también es una vergüenza que el City fuera elegido mejor equipo del año por delante del Liverpool y el Madrid. Qué carita se le quedó al pobre Florentino.
En fin, “félicitations” Karim, sólo te queda una por atrapar a Alexia y 6 por Leo. Ánimos y en disfrutarlo.
