Si fuera madridista hoy estaría muy cabreado con los míos. El Real Madrid desperdició una oportunidad de oro para devolvernos el 0-4 del año pasado. Fueron a medio gas y aún así les basta. El Barça fue un equipo sin alma, sin ideas y sin fútbol. El de Xavi de nuevo volvieron a divagar sin rumbo por el campo y mostraron una debilidad en las áreas intolerable para un equipo que aspira a los títulos.
Vergonzoso. El Barça está en una dinámica negativa de la que no sabe salir y por eso creo que a Xavi también hay que exigirle que haga una sacudida para cambiar el chip. Podemos hablar del VAR y de las decisiones arbitrales, pero el problema va mucho más allá. No es algo puntual, tenemos un grave problema futbolístico.
Insisto, estamos en un momento crítico y ahora toca tomar decisiones radicales. Piqué, Busquets, Sergi Roberto y Jordi Alba no pueden tener mayor continuidad. Si no llegan los títulos que al menos se construya un proyecto de futuro donde ninguno tendrá cabida. Xavi haría bien en empezar a prescindir de las vacas sagradas y buscar sangre nueva para probar cosas distintas. Fuego nuevo y empezamos de cero. Si no, las miradas también apuntarán al banquillo y por muy querido que sea Xavi también se convertirá en una víctima de la vorágine azulgrana. Se está terminando el crédito.