Gracias de nuevo Gerard, nunca te podremos estar suficientemente agradecidos por todos los que nos has dado. Has sido un futbolista único y diferente pero sobre todo has sido un culé en mayúsculas. Un azulgrana con todas las letras.
Y sobre todo, por este motivo, creo que la despedida que recibió el sábado no estuvo a la altura. No sé hasta qué punto fue él quien no quiso más o fue el Barça que no quiso o preparar un adiós más majestuoso. Me sabe mal que la relación se haya desgastado hasta ese extremo pero al menos, la afición sí estuvo excelente. Pese a los silbidos de hace unos días el sábado no había sitio para los reproches ni cualquier cosa que no fueran aplausos y cánticos de apoyo a Piqué.
No se merecía menos. Piqué es y será un emblema del Barça para siempre. La definición perfecta de culé para poner en el diccionario. Desde su llegada hasta el día de su adiós. Pero recuerde que esto no es un punto y final, sólo es uno hasta pronto porque tarde o temprano… ¡volverá!