La despedida de la máxima competición europea fue amarga y poco convincente. El trámite en la República Checa se superó sin pena ni gloria pero al menos acabó con victoria y con otros 3 millones de euros en las arcas del club.
El Barça volvió a ser poco fiable en defensa y demasiado previsible en ataque pero enfrente estaba un Viktoria Plzen que ha cerrado su participación en la Liga de Campeones como uno de los peores equipos de la historia de la competición.
No hace falta añadir más, poco más podemos destacar de este duelo más allá del buen rendimiento de Ferran Torres reconvertido en un 9 muy interesante, el gol de Pablo Torre y las buenas intervenciones de Iñaki Peña.
Hasta pronto amada Champions. Nos despedimos de ti y, una temporada más, lo hacemos demasiado temprano. Quedarse fuera del top-16 europeo es un duro golpe de asimilar y aunque el corazón nos diga que quizás sí… la realidad es que a día de hoy este Barça tampoco es el gran favorito para alzarse con la Europa League.
