Brujería, hechizo, gafe, mala suerte… Dígale como queráis pero eso del Barça con las lesiones no tiene ningún tipo de explicación lógica, no es normal. Nada y la última, la de Sergi Roberto, la ha acabado dejando KO todo lo que queda de año.
Roberto estaba recuperando su mejor versión o, al menos, ante Villarreal y Athletic Club así nos lo demuestra. Cuando el equipo debe atacar es el mejor lateral derecho posible, el que mejor interpreta el juego y así le estaba haciendo saber también a Xavi. Por otra parte, y más allá de su rendimiento el de Reus, que tuvo pie y medio fuera del club el pasado verano, acabó quedando por su barcelonismo. Sí, ese barcelonismo que a tantos otros le falta, Sergi Roberto se quedó por amor a los colores y no al dinero.
Tengámoslo presente, creo que a Sergi Roberto se le ha infravalorado y se le ha maltratado en muchas ocasiones injustamente. Para mí, no es de las vacas que debería sacrificarse, es un perfil polivalente y nunca pondrá una mala cara. Cuando vuelva tengamos paciencia, le faltará ritmo y necesitará tiempo pero por favor, frenamos ese odio por sistema a un jugador hecho en casa y que con más o menos acierto sobre el césped, siempre lo ha dado todo por este club. Le pese a quien le pese, Sergi Roberto ha sido, es y será un gran ejemplo a seguir.