El futuro de Messi sigue en el aire desde hace tiempo y con los rumores sobre su posible vuelta al Barça más vivos que nunca, desde París empiezan a perder la paciencia. Si a eso le sumamos la nueva derrota del equipo de Galtier, tienes la combinación perfecta para una nueva pitada del Parque de los Príncipes a la estrella argentina.
El paso de Messi por tierras parisinas no está siendo un idilio, sino más bien una travesía por el desierto con un solo oasis… el mundial de la albiceleste. Y precisamente desde que Messi volvió del mundial, se está haciendo aún más insostenible. La afición parisina vio como Messi se convirtió en la estrella más absoluta de la Copa del Mundo y, en cambio, con su equipo no daba el mismo rendimiento. Cansados de los desastres europeos, pagan su frustración con Lionel.
Y parece bastante evidente que Messi, el jugador con más balones de oro de la historia y con el único título que le quedaba bajo el brazo, no está muy por la labor de que una afición, que además no es la suya de toda la vida, le silbe al término de su etapa profesional. Por eso se han disparado los rumores de su marcha que adquirieron otro nivel con las declaraciones de Rafa Yuste la semana pasada, afirmando que les gustaría la vuelta del astro argentino.
Desde la eliminación de la Champions League frente al Bayern en octavos de final, parece que el proyecto de Qatar vuelve a tambalearse y Messi cada vez se ve más fuera de un equipo que, lo recibió con las brazos abiertos en su presentación, pero que con gestos como los de ayer, se nota que nunca lo han sentido como suyo. En Barcelona, en cambio, cada vez hay más voces a favor de un último ‘last dance’ del auténtico 10 del Barça y veremos si al final de temporada, vuelve para despedirse de una afición que, en toda su etapa como blaugrana, le trató como a su auténtica estrella.