Se esperaba mucho de Leo Messi y Cristiano Ronaldo. Y no defraudaron. Cierto que no brillaron con la regularidad de otras ocasiones, pero tanto uno como otro dejaron huella en el Clásico entre el FC Barcelona y el Real Madrid, correspondiente a la 28ª jornada de la Liga BBVA. Messi dejó una asistencia y Cristiano, un gol.
Messi empezó como teórico extremo por banda derecha, como de costumbre, pero tuvo muy poca incidencia en el primer tiempo. Cierto que suya fue la asistencia del 1-0 a Mathieu, pero el argentino estuvo prácticamente desaparecido.
Jugó más por la zona ancha, siempre rodeado de contrarios, que en ataque. Y, como era de esperar tratándose de un jugador de su talento, tuvo algunos chispazos de clase, aunque sin repercusión en el marcador.
Lionel Messi hizo un remate a puerta, en el 17, de cabeza, que salió muy desviado, y lanzó una falta, en el 22, que acabó en saque de esquina. En el minuto 45 fue zancadilleado por Ramos por detrás en la zona defensiva del FC Barcelona. Una entrada desproporcionada que le costó al central madridista la cartulina amarilla.
Cristiano Ronaldo, por su parte, también tuvo poco protagonismo, pero tuvo la capacidad de ser decisivo al empatar el partido en el minuto 31. El portugués apareció apenas en un par de ocasiones, pero siempre para mostrar su artillería. En el primer remate envió el balón al larguero (minuto 12) y, en el segundo, lo mandó a la red. Vio cartulina amarilla en el 37′ por simular una caída en la frontal.
En la segunda parte estuvo más activo Messi que Cristiano Ronaldo. El argentino participó más del juego, creó, aguantó balones y tuvo el gol en el minuto 73, pero su disparo, desde la media luna y con la zurda, salió lamiendo el poste derecho de Casillas.
Y dio una asistencia de oro a Alba que el lateral no pudo culminar por encontrarse a un inspirado Casillas. Forzó una tarjeta amarilla a Modric. También la tuvo en el 86, pero se encontró con Casillas.
Cristiano, a medida que fueron pasando los minutos, fue diluyéndose. Es verdad que el Real Madrid no llegó con tanta facilidad como en el primer tiempo, pero el portugués, lejos de echarse al equipo a sus espaldas, pasó prácticamente desapercibido. Apenas una falta y poco más. Recortó, eso sí, un gol a Messi en la lucha por el Pichichi.
SUÁREZ, MEJOR QUE BENZEMA EN LA PELEA DE GOLEADORES
Karim Benzema apuntaba a hombre del partido. Asistente en la primera parte y hombre más peligroso del Real Madrid durante todo el partido, el francés fue un verdadero quebradero de cabeza para la defensa del Barcelona. Canalizó las ocasiones del conjunto blanco y puso a prueba los reflejos de Claudio Bravo en el arranque de la segunda parte cuando las tablas dominaban el marcador.
Ni Leo Messi ni Cristiano Ronaldo parecían inspirados para arrebatarle el hipotético MVP al delantero francés… hasta que Luis Suárez decidió hacer acto de presencia con el tópico de la injusticia futbolística por bandera y un gol que acabaría por darle los tres puntos al FC Barcelona cuando peor lo estaban pasando los de Luis Enrique.
El uruguayo, intermitente como el juego de los azulgranas, fue el referente ofensivo del Barcelona durante los 90 minutos. Retrasado Messi y fallón Neymar, Suárez se ubicó como delantero centro en los primeros compases del partido convirtiéndose, en ocasiones, en un centrocampista más distribuyendo pases al espacio primero a Iniesta y, después, a Neymar en un arranque esperanzador. Se le resistían, no obstante, las ocasiones y poco a poco fue diluyéndose como el resto del equipo. La primera le llegó en el minuto 42 cuando el Barça, descontrolado, peleaba por no sucumbir a la inspiración de Benzema.
El francés, como Suárez, apenas remató a portería durante los primeros 45 minutos de partido. Solidario, como casi siempre, prefirió asistir a Cristiano Ronaldo en el 1-1 a la media hora de partido con un taconazo de esos que solo están a la altura de los mejores. Tras el descanso, Benzema centralizó todavia más el potencial ofensivo de un Madrid que echó de menos a la estrella portuguesa. Asistió a Bale en el 46 y, en el 49, obligó a lucirse a Bravo en lo que podría haber sido el 1-2 para los madridistas.
El guardameta chileno desbarató la mejor ocasión del francés y, cinco minutos después,Luis Suárez le arrebataba el protagonismo con un contragolpe magistral y el gol más importante que ha marcado por ahora en el FC Barcelona. La jugada nació de un pase perfecto de Dani Alves, pero fue el goleador charrúa el encargado de parar el balón en el área y colarse entre Pepe y Sergio Ramos. Los centrales blancos, vendidos, poco pudieron hacer para evitar que Suárez se estrenara como goleador en un Clásico.
La réplica de Benzema llegó a la media hora de la reanudación, pero de nuevo Bravo evitó que el francés inscribiera su nombre en la lista de goleadores junto a Mathieu, Ronaldo y el propio Suárez. Allí se acabó Benzema y un Real Madrid que se creía ganador del partido. Dominaba en el caos en el que se había convertido el partido y el gol de Suárez supuso un mazazo para los de Ancelotti, que rememoraron épocas pasadas. Les pudo la presión y ahí aprovechó el ataque azulgrana para resurgir. Messi y Neymar despertaron en un partido ya roto por completo y Suárez, que parece haberle cogido ya el gusto a eso de marcar vestido de azulgrana, dispuso de dos claras ocasiones en el 83 y 91 para sentenciar al Real Madrid.
Le costó a Luis Suárez empezar a marcar goles con el FC Barcelona, pero el uruguayo está lanzado. Lo dicen los datos: ocho goles en los últimos partidos y algunos, como los de este domingo en el Camp Nou, de esos que pueden valer un título.
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Fuente: www.sport.es
