El periodista de Radio Marca Carles Escolán abrió su turno de palabra en la tertulia de ayer comentando por encima lo visto anoche en el campo del Manchester City. Un partido que el Madrid podría haber dejado visto para sentencia en la primera parte debido a las debilidades defensivas de los ingleses y a la demoledora contra blanca, pero cuyos errores a la hora de decidir jugadas o ejecutarlas propiciaron que el city se lo fuera creyendo poco a poco. A pesar del dominio local en la segunda parte, la primera fue un baño del Madrid y Escolán destacó que mientras ayer fue así, resulta curioso que en Madrid fue al contrario y los citizens apabullaron y dominaron al local.
En cuanto a la actitud de Mourinho en rueda de prensa tras el partido, el periodista no se mostró nada sorprendido y recordó que en sus inicios en el Oporto ya era de esa manera, gesto agrio y tirando de fina ironía cuando le interesaba. Un Mou del que, en cualquier caso, parece que hasta la prensa de Madrid se está empezando a cansar y al que ya le han caído los primeros palos. Unos palos que se suavizarán por este empate debido al error del árbitro, pero que volverán a aparecer a la próxima y cuando el arbitraje no haya influido en el marcador.
Ya en tiempo de Barça, el contertulio quiso destacar el hecho de que Unai Emery aún no haya sido capaz de ganarle al conjunto blaugrana en su carrera deportiva de entrenador. Además, un partido en el que el equipo estuvo a nivel excelente y que por momentos recordó al de su mejor versión. Para Escolán, una de las claves fue la defensa, cada vez más asentada y con Piqué recuperando el tono. Todo ello con la ayuda inestimable de Busquets, un seguro defensivo en el centro del campo.
Además, Escolán reconoció haber soltado más de una exclamación cada vez que dejaba atrás la entrada de un defensa en la jugada ya famosa de Iniesta. Y es que, por muy buen comunicador que se intente ser y buscar siempre la objetividad, si uno ama este deporte y tiene la oportunidad de ver jugar a Iniesta, las reacciones salen solas y ni se pueden ni hay motivos para cohibirlas.
