El periodista de Radio Marca Carles Escolán abrió su turno de palabra anoche en La Ronda de Canal Català hablando del protagonismo que está cogiendo Deulofeu tras su papel en el B y con su más que posible aparición esta noche en el Camp Nou. Sobre el jugador y su progresión, el contertulio recordó las palabras del propio Tito en las que aseguró que al futbolista le quedan aún tres años, hasta los 21, de forjarse y pulir aspectos de su juego. Por ello, esta etapa transcurrirá entre el segundo equipo y apariciones esporádicas (aunque se entiende que cada vez con mayor protagonismo) en el primer equipo.
Y es que, como el propio Albert Lesán apuntó, lo que no se quiere en el club es hacer las cosas como se habían hecho últimamente y en casos tan flagrantes como los de Bojan o Giovani Dos Santos. Al respecto de ambos futbolistas, Escolán recordó que fue una etapa con Rijkaard en la que éste no miró especialmente por su desarrollo y total formación como futbolistas sino que les vio maneras y calidad y por ello los subió de un plumazo al primer equipo, sin tener en cuenta los pocos minutos que acabarían teniendo y cómo eso iba a repercutir en su estado anímico y también en su juego. Unas culpas que también deben repartirse, pues la prensa empezó a especular ya entonces con la posibilidad de formar un 11 enteramente con futbolistas de la casa y eso no ayudó a ver con mayor perspectiva el futuro de esos jugadores.
El periodista recordó la anécdota de Valdés con Van Gaal como ejemplo, aunque llevado al extremo, de lo que no se quiere que suceda con Deulofeu. Y es que el portero, una vez llamado por Van Gaal y entrenando ya con regularidad en el primer equipo, se presentó un día en las instalaciones deportivas de Can Barça con un Mercedes recién comprado. El holandés le recriminó la compra y los aires que llevaba, no correspondidos con la confianza que Van Gaal había depositado en él y por lo que le había subido de categoría, y le mandó a volver a entrenar con sus ex compañeros del filial. A partir de ahí, la historia que todos conocemos: Valdés se negó a abandonar el primer equipo, al final aceptó y su “metamorfosis” culminó con el perdón a sus compañeros y al propio entrenador por haber protagonizado ese capítulo.
Escolán se mostró en total desacuerdo con la afirmación de Mojica sobre uno de los motivos del fichaje de Mourinho en el Madrid y le recordó que la marcha de Pep no tuvo nada que ver con las influencias del portugués y sí por el desgaste propio del que lleva cuatro años exigiendo lo máximo a un grupo de hombres. Además, Carles aceptó que Mou le ganó una Liga y una Copa del Rey pero que, números y partidos en mano, los enfrentamientos directos los ganó y de mucho Guardiola. Por no hablar de sus ruedas de prensa e impresión que uno y otro dejan a la afición, siendo el portugués otra vez goleado por el catalán.
Una sensación, la que deja Mourinho, que se extiende a sus jugadores (con Cristiano Ronaldo a la cabeza) y que puede explicar, en parte, lo visto en el Ciutat de Valencia con apenas dos semanas de diferencia. Preguntado por el distinto rendimiento que dio el Levante frente a FC Barcelona y Madrid, Escolán recordó que los futbolistas se mueven y se motivan mucho según sus biorritmos, según las sensaciones que tienen del rival, la consideración que la opinión pública tiene de ellos, etc. En ese sentido, y sumado a situaciones como el patatal en el que jugó el Madrid y que ya venían de tener rencillas individuales por el partido de la temporada pasada, resulta evidente que salieron mucho más agresivos y queriendo marcar territorio frente a Pepe, Ramos, Cristiano o Di Maria que frente a Xavi, Iniesta o Messi.
En cuanto a Cruyff y sus dudas sobre el fichaje de Neymar, Escolán lamentó que tildara esa posible llegada de “innecesaria” y se preguntó por qué no salió a decir lo mismo cuando presidía su amigo Laporta y de la mano de la agencia “amiga” Traffic llegaron (aunque uno ni debutó) paquetes como Keirrison o Henrique. En cuanto al supuesto desacuerdo de Tito en la llegada del brasileño, Carles no se lo creyó y no tuvo ninguna duda en que un fichaje de este peso deportivo, social y económico pasó por el control de Guardiola en su día como lo ha hecho ahora de Tito Vilanova.