El periodista José Luis Carazo empezó su Ronda de anoche haciendo referencia a la relación entre Messi y Villa, un debate del que se siguen alimentando en la Caverna y que el pasado domingo se debió zanjar tras ver cómo Villa aplaudía el gol del argentino.
Sobre el hecho de hacer piña o abrazarse, algo que no sucedió entre ambos futbolistas, el periodista quiso recordar que en un vestuario todos son compañeros pero no grandes amigos, pues las afinidades más profundas sí se dan entre determinados jugadores y sectores. Por ello, que los dos blaugranas no pasen de ser compañeros de vestuario y no se vayan a comer juntos ni tengan una gran relación fuera del vestuario no es ni novedoso ni alarmante. Sin ir más lejos, Casillas y Ronaldo apenas pueden tragarse (no es la situación de Messi y Villa) pero comparten vestuario, terreno de juego y alegría por los triunfos.
Carazo también encontró absurdo que algunos se preguntaran si la falta que Xavi transformó en gol la hubiera podido lanzar Villa o si Messi no le hubiera dejado. Un tema que, además de superficial, demuestra tener poca idea de cómo se funciona en el vestuario culé, donde los lanzadores oficiales son Messi y luego Xavi. Ambos con un guante en las botas.
Preguntado por Iniesta y sus palabras de no gustarle tener que empezar los partidos desde el banquillo, el contertulio quiso recordar que quien manda es Tito Vilanova y además lo hace muy bien, con más inteligencia de lo que muchos piensan, pues si Xavi fue titular y no lo fue Andrés es porque el manchego volaba al día siguiente con España a la otra punta del mundo, mientras que Xavi se quedaba en Barcelona y gozaba de las condiciones de recuperación ideales tras el esfuerzo que supone jugar un partido.
Ya en tiempo de Madrid y con el “follón” tras el partido como protagonista, Carazo hizo mención especial a las palabras de Sergio Ramos acusando a Ballesteros de boxeador, algo gracioso viniendo de un futbolista con el currículum del andaluz, sobretodo en los enfrentamientos contra el FC Barcelona. También lamentó que un partido que se saldó con el párpado partido de Cristiano y alguna que otra jugada dudosa de la que el Levante se benefició acabara con Mourinho felicitando al árbitro, una realidad que sólo se explica por haber ganado y que sería totalmente opuesta de no haber decidido el partido el canterano Morata.
