«Hemos tenido nuestras diferencias en ciertos momentos y lo que hemos tenido que aclarar lo hemos hecho siempre cara a cara y no se ha enterado nadie. Mi relación en muy buena a día de hoy», apuntó.
Y se refirió al famoso incidente que pareció desatar parte de la polémica al jugar con una camiseta de Özil bajo la suya cuando el alemán había sido señalado por Mourinho. «Está más que demostrado que es un amigo diferente al resto dentro de la plantilla y fue una muestra de afecto y cariño hacia él, por momentos que pasaba él mal, no por ningún enfrentamiento directo con el míster, ni mucho menos», dijo.
Sobre los incidentes del Levante-Madrid dijo que por parte blanca «está todo pasado» aunque fue crítico con «ciertos comportamientos de algunos jugadores». En este sentido, Ballesteros fue el gran señalado.
«Me felicitó antes del partido y estuvimos conversando un rato en el túnel de vestuarios. Me felicitó por los éxitos tanto con el Real Madrid como con la Selección y la verdad es que dice mucho como persona de él. Pero no comparto ciertos comportamientos después del partido. En el túnel de vestuarios se vieron cosas que están fuera de lugar», manifestó.
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