Robert Fernández, ex secretario técnico del FC Barcelona, desveló una historia ocurrida en el verano de 2003 en una entrevista concedida esta semana a Superdeporte. El que fuera futbolista y actualmente ejerciendo como secretario técnico, aunque sin equipo desde que dejó el Barça –ofertas no le han faltado-, explicó que en junio de 2003, con motivo del Torneo Esperanzas de Toulon, “yo llame a Jorge Mendes y le dije ‘soy Robert Fernández y trabajo para el Valencia y voy a estar viendo el partido de Portugal y después me quiero reunir contigo y tomar algo’. Y así fue, nos reunimos en el campo del Toulon, detrás de la tribuna, en un hotel. Y al acabar el partido en el que Cristiano estuvo muy bien, vi que el Barça estaba allí. Había un ‘scoutter’ cuyo nombre no recuerdo pero que era muy conocido. En Portugal jugaba un delantero también muy bueno llamado Quaresma. Pues después del partido, al ver llegar al del Barça le dije: ‘Qué gran jugador es Cristiano, pero ese (Quaresma) también es un gran jugador’. No sé por qué, el Barça acabó fichando a Quaresma y al final no le fue muy bien”.
Esta es a historia desvelada por Robert Fernández pertenece a un verano en el que por otra parte el FC Barcelona fichó al hombre que cambiaría la historia del club: Ronaldinho Gaucho, que llegó después que Laporta ganase las elecciones y gracias a Sandro Rosell, que en el último instante evitó que el brasileño se fuera al Manchester United. Un United que curiosamente acabó fichando ese verano a Cristiano Ronaldo.