Un 23 de abril pero del 2017 se enfrentaban en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid y el Barça en un duelo crucial por definir quién se quedaría con la Liga. Y cuando se caía el partido Messi frotó la lámpara, enmudeció con su festejo y su camiseta en alto.
No es un día más para la historia de amor entre Messi y el barcelonismo. Hay fechas que quedan marcadas a fuego y esta es una de ellas. No solo por la importancia del gol que le daba la victoria sino por el rival, la tensión del partido y le epicidad de la celebración que quedará en la retina de todos los fanáticos. Sino que además de todos esos condimentos fue el gol número 500 en la carrera del argentino.
Hoy a dos años de aquel gol está a un hat-trick de llegar a los 600 sino que además de saltar hoy como titular llegaría a los 100 partidos como capitán culé.