Thiago Alcántara estará en perfectas condiciones para enfrentarse al FC Barcelona. El hispano-brasileño aseguró que su cambio ante el Dortmund obedeció a un “choque, fue el típico bocata fuerte, pero estoy bien”. El jugador explicó que salir de una lesión no le está afectando ya que “miedo pasas el primer día, cuando después de un año te enfrentas a un balón. Tras el primer partido ya se disipó y te lo quitas de encima”.
El jugador afirmó que se presenta “una semifinal bonita de fútbol” y que está encantado de volver al Camp Nou: “Es un estadio maravilloso, guardo grandes recuerdos de allí, pero creo que es un partido de fútbol y hay que afrontarlo sin más”.
Thiago se verá las caras con el temido tridente formado por Messi, Luis Suárez y Neymar. El jugador recalcó que “son grandes futbolistas, a los que tenemos gran respeto, son grandes rivales, aunque tampoco hay que decir que intimidan. Todos somos profesionales y no hay que tener miedo”. El jugador puntualizó que el estado actual del Barça causa “preocupación, respeto y debemos analizarlos bien, cómo vamos a jugar y afrontarlo para tener menos peligro adelante y tratar de debilitarlos en la línea defensiva”.
El centrocampista no quiso profundizar sobre sus sentimientos ante su exequipo y dejó claro que “soy futbolista del Bayern”, si bien sus palabras hacia el club blaugrana fueron afectuosas. “Siento agradecimiento por la gente que me cuidó tanto tiempo en el Barça. Pasé muchos años allí y siente cariño hacia la gente del Barça”. Su presente es el Bayern, aunque reveló que “de Barcelona echo de menos los amigos, la comida, la cercanía con la familia y cuando termine el fútbol, me instalaré en la ciudad. Tengo mucho aprecio a Barcelona y mi pareja es catalana”.
El jugador explicó que “el cachondeo con mi hermano terminará esta semana”, en relación a su enfrentamiento con Rafinha, de quien aseguró que “su primera temporada en el Barça es buena y estoy seguro de que llegará a lo alto del fútbol”.
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Fuente: www.sport.es