En Madrid están convencidos de que José Mourinho prepara su salida del Real Madrid desde hace tiempo y de que el presidente blanco, Florentino Pérez, también ha tomado la decisión de que el portugués se busque la vida en otro club, pase lo que pase a final de temporada a más tardar.
Florentino era su último y gran valedor, hasta el punto de unir su destino a la figura de ‘Mou’, convencido de que el Atila de Setúbal garantizaba conquistas en forma de títulos, aunque sea a un precio muy alto. Oporto, Chelsea o Inter vivieron los efectos de la ‘era post Mourinho’ con diferentes grados de intensidad.
El legado de Mourinho suele estar formado por una montaña de Ligas y Copas y una larga lista de facturas pendientes. En la Liga española, sus broncas con el desaparecido Manolo Preciado, con Josep Guardiola o con Tito Vilanovafueron más que sonadas. También, con los medios de comunicación, especialmente los informadores que se cuidan de la órbita madridista. Pero los problemas no los ha tenido exclusivamente con ‘enemigos exteriores’. También, con gente de todos los estamentos de la Casa Blanca.
Son conocidas sus diferencias con Iker Casillas y Sergio Ramos, entre otros pesos pesados de la plantilla. A nivel directivo, mantuvo un histórico pulso con Jorge Valdano, hombre de confianza de Florentino y que finalmente abandonó la dirección general de la entidad. En el organigrama deportivo, esta temporada se las ha tenido tiesas con Alberto Toril, el técnico del filial cuyo único pecado fue no plegarse a todas sus exigencias. E incluso una flamante leyenda, como Zinedine Zidane, se ha apartado del luso de manera discreta.
Hasta ahora, todas estas batallas eran posibles porque contaba con la confianza ilimitada del presidente, quien le había respaldado en todos los pulsos. Hasta que decidió encararse con la grada del Santiago Bernabéu y convertir los prolegómenos del derbi contra el Atlético en un plebiscito sobre su figura. A su llamada acudieron cuatro gatos y decenas de medios de comunicación, pero la patética situación fue definitiva.
A once puntos del Barça en la Liga en el mes de diciembre, el clavo ardiendo es la Champions, en la que el Madrid ha sufrido más de la cuenta para conseguir la clasificación y además como segundo del grupo. ¿Insuficiente para que Mourinho siga un años más? Muchos piensan que ya prepara su salida desde hace mucho tiempo, con la esperanza de que sea conquistando la ‘décima’ y decir después ‘ahí te quedas’. Arrasando, como Atila.
Fuente: www.sport.es